miércoles, 16 de julio de 2014

ANDADA A TRES PUNTAS POR PACO D'ORO Y CORRAL DE GARACHO

Este año nuestro "boss" Pedro se está luciendo. En casi todos los recorridos realizados esta temporada ha introducido tramos nuevos. Poco transitables, eso sí, con la vegetación que invade el sendero y que nos obliga a ir apartando las ramas constantemente para poder avanzar. Hay que guardar las distancias, pues al menor despiste te encuentras con un abanico de pinchos en la cara que te envía con fuerza el compañero que va delante. Caminos llenos de obstáculos que hay que salvar, muchos árboles caídos, cruzados a nuestro paso que hay que sobrepasar, por arriba... o por abajo... Y en los prados más abiertos, pastizales de hierbas tan altas que podrían alimentar unos cuantos días a los grandes animales de la sabana keniana.
¿Y la visión fantasmagórica de los bojes cubiertos de musgo?. Cuando el calor aprieta, reconforta sentir bajo los pies la blandura del suelo y la frescura que proporciona la umbría. Satisface percibir el olor de moho que se aprecia fuertemente, porque indica que la tierra se está preñando de riqueza y fertilidad. Animales, la verdad, no vemos muchos, pues el bullicio de algunos de los andarines espantaría, incluso, a los domésticos más mansos, sólo los rastros de los jabalíes que excavan el suelo en busca de raíces y animales pequeños y las pequeñas balsas donde se meten para refrescarse y llenarse de barro limpiador, y los árboles donde se restriegan luego para deshacerse del barro. Pero flores y setas hemos visto cantidad. Fijaos en el boletus que Pedro ha encontrado hoy, realmente es un ejemplar magnífico y por lo visto pertenece a una especie comestible muy apreciada. También, Fernando ha encontrado otro más pequeño, cuya carne blanca, se volvía azul cuando lo cortabas. Éso parece ser indicativo de que es venenoso, o por lo menos no comestible.