
La fuente forma un pequeño estanque, un paraíso para libélulas y mantos de rana. Seguro que también para las ranas, pero no las hemos visto ni oído. Nosotros y los árboles de alrededor nos hemos visto reflejados en el agua del estanque como en un espejo.
Continuando nuestro camino, hemos llegado al monte Miserán, lo hemos rebasado, y después de una pequeña subida hemos alcanzado la zona de la fuente del Paco d'Oro.
Continuando nuestro camino, hemos llegado al monte Miserán, lo hemos rebasado, y después de una pequeña subida hemos alcanzado la zona de la fuente del Paco d'Oro.
El esfuerzo de cruzar un rastrojo a una hora en la que el sol ya estaba bastante alto, y con fuerza de julio hacía desprenderse del suelo un calor sofocante que hacía fatigosa la marcha.
Durante 3 horas, hemos disfrutado variedad de colores, luces y paisajes, aquí, a quince minutos en coche, de Uncastillo.
La zona que hemos recorrido hoy es la que se quemó hace veinte años. Nada recordaba esa tragedia, tan solo la memoria de los que estuvieron entonces colaborando con los medios públicos para apagar el fuego. Pedro, Ignacio y Eva han contado cómo ayudaron, y todos coincidían cómo en un momento se llegó a pensar en evacuar el pueblo. De hecho, personas mayores de la residencia con afecciones respiratorias fueron trasladados de forma preventiva, pues sobre calles y tejados llegaban abundantes briznas de ceniza que traía el viento.
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